
“Rezar no es algo externo ni marginal a nosotros, sino que es el misterio más íntimo de nosotros mismos, que nace como una invocación en lo profundo de nuestra persona y se extiende, buscando un ‘Tú’, que es Dios” (Papa Francisco).
La oración es el aliento de la fe, es su expresión más adecuada. Como un grito que sale del corazón de los que creen y se confían a Dios.
Si lo deseas, podemos acompañarte en tu camino de oración para que haciendo silencio interior, puedas sentir su presencia y dejarte guiar por Él. Acoge el tesoro de la experiencia orante de la Comunidad:puedes participar en sus momentos de plegaria litúrgica, en su oración de contemplación y de escucha de la Palabra, en su silencio y en la alegría fraterna vivida en cada instante.